Los anclajes de PNL
16/08/2019PNL y Ventas
30/08/2019¿Quieres aprender PNL?
Empiezo por esta pregunta. Insisto: ¿quieres, de verdad, aprender PNL? Quizás te sorprenda mi reiteración. Pero tengo un motivo: no es lo mismo saber acerca de algo que aprender algo.
¿Cuál la diferencia? Te lo cuento con un ejemplo. Yo puedo saber cosas acerca de la bicicleta: conocer los principios físicos que explican que se mantenga en equilibrio; la forma en que se transmite el esfuerzo desde los pedales a la rueda trasera; la razón por la cual, cuando tomas una curva, te has de inclinar hacia el lado al que giras, los materiales con qué se fabrica y los adecuados para cada tipo de uso; etc.
Sin embargo, aunque ya sepa todo eso, todavía no he aprendido a ir en bicicleta. En realidad, para aprender a ir en bicicleta la mayoría de esa información es superflua. Aprender a montar en bicicleta tiene que ver con notar la sensación física del equilibrio, adquirir la destreza de compensar los movimientos, etc. Y todo ello requiere especialmente de una cosa: práctica.
“Saber algo es muy diferente que aprenderlo realmente”
Vuelvo a mi pregunta inicial y a sus posibles respuestas. Si solamente quieres “saber de qué va” esto de la PNL, puedes encontrar en el mercado algunos buenos libros que te lo contarán. Y si quieres saber más, puedes leer más libros o también ver algún vídeo.
Si además quieres aprender, por favor, sigue leyendo.
Aprender PNL
Manejar la PNL tiene que ver mucho más con lo que haces y no con lo que sabes. Es una disciplina orientada a la acción, a encontrar el mejor comportamiento y la mejor estrategia en cada situación.
Cuando empiezo un curso de PNL suelo explicar que el proceso de aprender PNL se parece mucho más a un entrenamiento que a un curso convencional. ¿La razón? Muy sencilla: en un entrenamiento se supone que el entrenador te da unas indicaciones y tú practicas y prácticas y vuelves a practicar, hasta que dominas la técnica o el recurso. Durante ese proceso, el entrenador te va dando indicaciones o sugerencias para ir perfeccionando.
Imagina que te inscribes a unas sesiones para aprender a jugar o mejorar tu juego de tenis. ¿Te parecería normal que el profesor te explicara la forma de realizar un saque y luego terminara la clase sin más? Aunque te muestre videos o incluso te haga él mismo una demostración en vivo, todo eso no garantiza en absoluto que tú puedas mejorar tu saque. Sólo conseguiré algo yendo a la pista, sacando una y otra vez, recibiendo las indicaciones del profesor y corrigiendo mis movimientos.
Pues, a grandes rasgos, eso es lo que hacemos durante un curso de PNL; practicar para que las nuevas habilidades se integren y pasen a formar parte del repertorio de cada persona.
Desarrollando nuevas competencias
Cuando una persona toma la decisión de aprender algo es porque sabe que eso se puede aprender. Parece una frase absurda, pero enseguida te explico algo más.
Antes de que fuera posible la decisión de aprender algo, había una situación en la que yo ni tan siquiera sabía que eso existía y se podía aprender. Es lo que me ocurría a mí con la PNL hasta mediados del año 1990: ni tan solo conocía de su existencia. Ese estado se llama de Incompetencia Inconsciente. No domino la materia (soy incompetente) pero es que incluso ignoro que se exista (soy inconsciente).
“Desarrollar una nueva competencia implica
llegar al estado de Competencia Inconsciente”
Un buen amigo me recomendó un libro donde leí por primera vez “PNL” y “Programación NeuroLingüística”. ¿Cómo? ¿Eso qué es? Seguía sin saberlo; apenas alguna idea de para que podría servir y poco más. Sin embargo, en esos momentos mi estado ya había cambiado: era de Incompetencia Consciente. Seguía sin dominar la materia, pero ahora ya era consciente de ese desconocimiento. Y en ese punto era posible tomar una decisión: aprender para llegar a ser competente.
Si tienes permiso de conducir, te resultará familiar el símil que haré a continuación. En el momento de empezar tus clases prácticas no sabías conducir un coche (eras Incompetente) y lo sabías (eras Consciente). Sin embargo, al terminar la primera clase, alguna pequeña destreza ya habías adquirido: empezaste a ser un poco Competente en algo. Al mismo tiempo, necesitabas toda tu atención para hacer lo que hacías (era necesario estar muy Consciente). A lo largo de las clases prácticas fue mejorando tu Competencia hasta poder superar el examen y tener el carnet de conducir. Pero seguramente durante todo ese tiempo (y alguno más) necesitabas poner toda la atención a lo que hacías. Es la fase de la Competencia Consciente.
Con el paso del tiempo, y la práctica correspondiente, podías conducir de forma más suelta y automática, cambiando de marcha sin necesidad de pensar que primero hay que desembragar, podías mantener una conversación o escuchar música mientras conducías, etc. Es la fase de la Competencia Inconsciente, donde la habilidad está interiorizada hasta tal punto que no hace falta prestar atención consciente a lo que haces en cada momento: simplemente lo haces con ‘naturalidad’.
Esta es la secuencia que recorre una persona para desarrollar cualquier nueva habilidad: Incompetencia Consciente è Competencia consciente è Competencia Inconsciente. Y es la secuencia que sigue alguien que realiza un curso de PNL.
¿Cómo funciona un curso de PNL?
La estructura habitual de una sesión de formación en PNL sigue habitualmente esta secuencia:
¿Por qué? Justificar la importancia de lo que se va a trabajar.
¿Qué? Explicar en que consiste el concepto, técnica o modelo.
¿Cómo? El docente hace una demostración práctica del tema y los participantes en el curso practican entre ellos.
¿Qué más? Una vez realizada la práctica, se ponen en común los resultados de la misma y se debate sobre la forma de aplicar el modelo o técnica en situaciones de la vida normal.
Algo que me gusta destacar es que en un curso de PNL se utilizan muy poco las técnicas de simulación, como ahora “role play”, “método del caso”, etc. que son habituales en otros tipos de formación. En su lugar, preferimos trabajar con situaciones reales de la vida de los participantes.
“Practicar sobre situaciones reales y no sobre simulaciones”
Un ejemplo quizás nos sirva para aclarar esta idea. En una sesión dedicada a trabajar las habilidades de Escucha, sirve de poco que yo haga el rol de ‘vendedor’ y otra persona el de ‘comprador’ y a partir de ahí hagamos toda una simulación. Si mi trabajo no es de vendedor, estoy en un papel muy alejado de mi realidad.
En cambio, si yo tengo verdaderas dificultades para escuchar de forma efectiva, el simple hecho de ponerme a escuchar lo que me cuente una persona sobre su vida (sin roles ni simulación) me permitirá practicar una nueva forma de escucha aplicándola a mi problemática real.
Para seguir aprendiendo
Una recomendación final: si te interesa la PNL, lee algún buen libro. Elige uno de esta lista de libros para empezar. Puedes ver también alguna serie de videos en el canal de algún formador reconocido. Pero, sobre todo, busca la oportunidad de asistir a un curso presencial. Tal como escribíamos hace poco, “para aprender a comunicarte mejor con la gente has de practicar con personas, no con papeles o máquinas”.
Aprender PNL te lleva a ampliar tu Mundo.