Entrevista a Marcel Genestar
16/10/2017Cápsula gratuita sobre la palabra imposible
03/04/2018Experimentando Subjetivamente la Capacidad de Ser In-insultable
Autor: L. Michael Hall © título original ‘THE SUBJECTIVE EXPERIENCE OF UN-INSULT-ABILITY’, Neurons #46, October 9, 2017.
Versión original del artículo en Inglés disponible en www.neurosemantics.com
Traducción: Marcel Genestar
Cuando descubrí por primera vez el modelo de Metaestados, remodelé inmediatamente varios patrones con los que había estado trabajando previamente usando el modelo de estrategia básica, pues me di cuenta del impacto del descubrimiento de la conciencia autorreflexiva sobre nuestros estados superiores, más complejos y sistémicos. Esto me llevó a crear una docena de patrones muy rápidamente.
De hecho, dediqué mi segundo libro sobre Metaestados principalmente a estados disfuncionales como el desprecio de sí mismo, la victimización, la reactividad, el insulto, el resentimiento y el conflicto interno. Para cada uno de estos estados «dragón» (estados sin recursos que socavan la autorrealización personal), escribí un capítulo. Por ello, el libro, Dragon Slaying (1995/2000) tiene los siguientes capítulos: Autoestima (capítulo 10), Resiliencia (capítulo 11), Proactividad (capítulo 12), Habilidad in-insultable (capítulo 13), Magnanimidad y Perdón (capítulo 14) y Serenidad (capítulo 15). Actualmente, muchos de los patrones para estos estados son los patrones básicos que usamos en los entrenamientos sobre Metaestados, APG (Accessing Personal Genius) and LPG (Living Personal Genius).
La PNL propone «tomar las críticas positivamente», lo cual es realmente bueno; yo lo llevé a un nuevo nivel y lo llamé ‘Capacidad de ser In-Insultable’. La idea es que si usted tiene la capacidad de tomar como insultos las cosas que dicen y hacen las personas, entonces la forma en que construye esos significados negativos y cómo los integra en su neurología para sentirse realmente mal nos muestra su poder de creación de significado y su capacidad de somatización neurológica. Teniendo esto en cuenta, ¿qué pasaría si lo invertimos? ¿Qué pasaría si en lugar de tomarlo como insulto, no lo considera como tal? O aún más, ¿qué pasaría si desarrolla un sentido de sí mismo y su identidad de modo que usted se convierta en alguien in-insultable? Estaría bien, ¿verdad?
Ahora bien, ser in-insultable no significa que usted no esté prestando atención, que ignore el feedback o que sea duro de corazón. Significa que cuando escucha palabras, ve gestos, experimenta algún evento, trata todo ello como información. Seguidamente, ya que no lo hace suyo ni lo personaliza, lo mantiene ahí como información (estímulos) que necesita manejar como lo haría con cualquier problema o desafío. Al no personalizarlo, no se siente amenazado; y al no te sentirse amenazado, permanece seguro. Entonces, usted puede tratar con más calma esa información.
Esto me recuerda una cita de Thomas Jefferson: «Nada otorga a una persona tanta ventaja sobre otra como permanecer siempre fría e imperturbable en todas las circunstancias».
Esto es ser in-insultable. Desde esta actitud, el acto provocativo no le puede perturbar. No puede hacer que usted se enfade, frustre, estrese, etc. Puesto que no está cediendo su poder a esos estímulos, puede mantenerse centrado en su propio valor y operar desde su mejor disposición. Y eso es porque sabe que lo que le molesta es su opinión acerca de las cosas (los significados que construye). Ahora es sólo un desafío; simplemente algo a gestionar.
Para que algo sea tomado como insulto, usted (y sólo usted) tiene que interpretar que la palabra, el tono, el gesto, etc. le definen a usted. A eso lo llamamos «personalización». Para los niños, esto es natural e inevitable. Dada su etapa de desarrollo y la poca fortaleza de su ‘yo’, así como el incipiente desarrollo de su corteza frontal, inevitablemente interpretan las cosas de una manera personalizada. Es el tipo de pensamiento centrado en el ego. Piensan en «primera persona», a partir de sus propios ojos, oídos, piel, etc. Hasta los siete u ocho años no podrán comenzar a salir de la perspectiva en primera persona y comenzar a aprender a usar la de la segunda posición.
Bien; esa es la situación con los niños. Como adulto, usted tiene la auto-reflexividad para pensar y emocionarse con sus experiencias (crear meta-estados) y uno de los que puede crear (si lo desea) es la capacidad de ser in-insultable. Todo empieza por diferenciar su identidad como ser humano de lo que hace como persona. Una cosa es la persona y otra el comportamiento. Usted es diferente y mucho más que su comportamiento. Uno es su núcleo, el otro son sus expresiones.
A partir de ahí, puede establecer como meta-estado la comprensión de que «el mapa no es el territorio». Cualquier cosa que alguien diga o haga es sólo su «mapa» sobre las cosas. A medida que avanza más allá de la «palabra mágica» de la infancia, ahora puede explorar lo que la persona intenta comunicarle. Puede mantenerse sereno y en calma mientras hace eso.
Actualmente, muchos adultos (quizás la mayoría de ellos) no pueden escuchar algo con lo que no están de acuerdo sin sentirse insultados. Y si alguien les llama de alguna manera o los insulta con alguna frase, inmediatamente se enfurecen y están listos para luchar. Podemos ver las manifestaciones de protesta y comprobar cuan fácil es preparar a los jóvenes para pelear, arrojar piedras, prender fuego a coches, etc. Vemos las universidades (al menos en los Estados Unidos) donde algunos estudiantes universitarios se sienten «heridos» o «traumatizados» cuando un orador conservador es invitado a hablar en el campus. Los llamamos «copos de nieve» porque están listos para derretirse con el mínimo de calor.
Lo que estas personas necesitan es un estado rico y complejo llamado capacidad de ser in-insultable. Desde este estado, no sólo pueden mantener la calma y la serenidad cuando están en desacuerdo, sino que también pueden acceder a la empatía, a la atención, a la indagación para comprender, etc. mientras participan en una conversación de aprendizaje. Esto probablemente sea un buen estado para todos nosotros. Es un estado que presentamos en la Formación de Formadores todos los años. ¡Aprenda a ser compasivamente in-insultable!