Bienestar corporativo: ¿por qué y para qué?

Sofía está bastante inquieta. Aunque los indicadores financieros de su empresa muestran buenos resultados, ella percibe algunas señales preocupantes: últimamente, tiene dificultades para cubrir algunos puestos de cierta relevancia, que quedaron vacantes por dimisiones inesperadas; en las reuniones con su equipo directivo, percibe cansancio y desgaste; ocasionalmente, ha sido testigo de fuertes discusiones por temas menores.

Cambiando nombres y algunos detalles, lo anterior podría ser la radiografía de muchas empresas

¿Por qué?

El concepto de Bienestar Corporativo incluye cuidar diferentes aspectos de la realidad empresarial. En un repaso veloz, podemos citar: el entorno físico, las condiciones organizativas, la política retributiva, las oportunidades de desarrollo, el fomento de hábitos saludables y el bienestar mental, emocional y relacional.

Todos estos aspectos repercuten favorablemente de este modo:

• Reducción de costes: disminuyen las bajas por enfermedad, el absentismo y la rotación.
• Mejorando la imagen de la empresa: la organización se hace más atractiva para contratar y mantener a buenos profesionales.
• Mejorando la productividad: una persona sana trabaja de forma más efectiva que una cuya salud es débil o mala.
• Aumentando la calidad de vida de las personas empleadas: entendida como la mejora en los diferentes ámbitos (físico, mental, emocional y relacional).
• Potenciando la creatividad: una mejor salud ayuda a pensar y discurrir de forma más creativa.

¿Para qué?

Nuestras propuestas apuntan al ámbito del bienestar psico-emocional. Mientras hay multitud de profesionales que aportan su conocimiento y experiencia en otros campos, el nuestro es claramente todo lo que se relaciona con la forma en que las personas se comunican consigo mismas, con los demás y con el mundo en general.

Utilizamos recursos de la disciplina conocida como Programación Neuro-Lingüística (PNL), la efectividad de cuyos modelos ha sido reiteradamente comprobada en campos como el desarrollo de la Auto-confianza y la Auto-estima, la Comunicación Interpersonal y el Diseño de Objetivos.

Ejemplos de aplicación

Volviendo al ejemplo del principio, detallamos algunas de las intervenciones que venimos realizando:

Gestión del estrés

El estrés excesivo es la causa del 30% de las bajas laborales en España. Y en los casos que no alcanzan esta gravedad, generan tensiones innecesarias en las relaciones dentro y fuera de la empresa.

La gestión adecuada de los factores que generan estrés es una habilidad que se puede aprender es. Nuestros programas de entrenamiento (personal o en grupo) se dirigen a facilitar este aprendizaje, de modo que las personas puedan manejar su energía de forma más efectiva.

Cuidado de la Autoestima y de la Autoconfianza

Hay una clara diferencia entre el concepto que una persona tiene de sí misma (autoestima) y el grado en que confía en su destreza o habilidad para una tarea. Muchas personas confunden ambas ideas y van por el mundo con un bajo concepto de sí mismas, que se traduce unas veces en agresividad excesiva y otras en pasividad.

Cuando las personas aprenden a distinguir ambos conceptos en la práctica cotidiana, vuelven a creer en sí mismas y adoptan las medidas adecuadas para desarrollar sus destrezas allí donde haga falta.

Comunicación Interpersonal

El lenguaje tiene un gran impacto en nuestro propio estado de ánimo y en el de las personas que escuchan nuestras palabras. Hay muchas formas de causar un impacto negativo y también muchas de que éste sea positivo. El ambiente de trabajo en una organización está fuertemente impregnado por el tipo de lenguaje que se usa dentro de los equipos y también al relacionarse con clientes y proveedores.

En nuestras intervenciones, acompañamos a las personas a que experimenten en sí mismas este efecto de las distintas formas de hablar, para que puedan tomar conciencia de su importancia y para que puedan usar el lenguaje de forma más efectiva.

Asertividad – Colaboración

La asertividad es la capacidad de trabajar para lo que es importante para mí, al mismo tiempo que respeto lo que es importante para los demás. Las actitudes excluyentes, claramente alejadas de la asertividad, son incompatibles con el Trabajo en Equipo efectivo y también con las relaciones de colaboración con clientes y proveedores.

La asertividad, como actitud esencial, se puede cultivar a través de un proceso de entrenamiento, en el que se aprende a definir los propios objetivos y a reconocer los de los demás, mientras se trabaja para construir alternativas satisfactorias para todas las partes implicadas.

Alineación de Valores

Cuando las prioridades personales y las organizativas divergen, las tensiones aparecen rápidamente. A veces, se trata de cuestiones de matiz; otras, en cambio, pueden tener un alcance mayor.

Reconocer los propios Valores es una capacidad importante, que permite identificar en cada momento lo que es importante para la persona. Esta capacidad se puede aprender y el beneficio inmediato es una acción más efectiva.

Adaptación a nuevos retos

Los nuevos proyectos, responsabilidades, etc. ponen a prueba la flexibilidad de la persona que los asume.

Esta flexibilidad incluye temas como la adaptación a entornos culturales diversos o la multiculturalidad en el propio equipo, que muchas personas ya tienen en su bagaje. Sin embargo, puede necesitar también otros apartados, como una nueva escala de valores y prioridades. De nuevo, el aprendizaje acerca del reconocimiento de Valores es una pies esencial.

Creencias limitantes

A nivel personal, un sistema de creencias es el soporte de la propia identidad. En ocasiones, esta creencias crean límites artificiales que condicionan el propio desarrollo. En el plano organizativo, las creencias compartidas forman la Cultura Corporativa y también ahí se pueden identificar creencias limitantes.

La evolución y cambio organizacional requieren nuevos sistemas de creencias (una nueva Cultura) y la sustitución de viejas creencias limitantes es un proceso imprescindible que hemos acompañado en muchas ocasiones, favoreciendo que se supere esa faceta limitante.

Epílogo

Sofía es la propietaria de una empresa que nos contrató en el momento oportuno. Su compromiso con el proyecto de Bienestar Psico-Emocional de sus colaboradores dio el fruto apetecido. Después de un trabajo inicial un poco intenso, con el fin de actualizar algunas cuestiones, actualmente contempla el presente y el futuro con más confianza. Sigue invirtiendo en este tema porque ha experimentado en sus propias carnes los beneficios: rotación casi inexistente, atracción de profesionales interesantes, reuniones efectivas y solución rápida de los desacuerdos.

Mayte Galiana

Mentora de Bienestar corporativo