¿Es real la realidad?
Como seres humanos, conocemos el mundo a través de nuestros sentidos. Por medio de lo que vemos, oímos, olemos, gustamos y tocamos nos hacemos una idea de la realidad que nos rodea.
Sin embargo, ¿es fiable esa información? Volviendo a la pregunta que da título a este artículo, ¿eso que nosotros entendemos como “verdad”, es real la realidad?
Nuestros sentidos tienen límites
Para empezar, necesitamos reconocer que el alcance de nuestros sentidos es limitado. Sabemos que existen los rayos ultravioleta y los rayos infrarrojos; pero no los vemos. Conocemos de su existencia a través de los que otros nos cuentan y, a veces, experimentamos sus efectos (como sucede con las quemaduras provocadas por la exposición a la radiación solar). También sabemos que unas ondas permiten que las llamadas o mensajes lleguen a nuestro teléfono móvil; de nuevo, podemos experimentar el efecto de esas ondas, aunque no las veamos. Los rayos infrarrojos y ultravioleta, al igual que otros tipos de ondas, son formas de radiación electromagnética (como la luz visible); lo que sucede es, simplemente, que nuestros ojos no estás diseñados para captarlas.
Lo mismo sucede con nuestros oídos. Las personas que tienen perro saben que pueden comprar silbatos especiales para llamar a su amigo de 4 patas. Estos silbatos emiten un sonido de frecuencia aproximada 60 KHz que el oído humano no puede percibir, ya que está en la zona que llamamos “ultrasonidos”. Nuestro oído está diseñado para captar sonidos entre 20Hz y 20KHz.
Podríamos continuar detallando fenómenos que están fuera del alcance de nuestros sentidos. Y volvemos a la pregunta inicial, con una pequeña variante:
¿Cómo sé que lo que captan mis sentidos es real?
Pues la respuesta es bastante sencilla (aunque tiene consecuencias complicadas): no lo puedes saber. Bueno, en realidad no lo puedes saber de forma absoluta; en cambio, sí es posible encontrar una “zona de seguridad”.
Antes de continuar, consideremos algunas ideas adicionales. Una persona invidente de nacimiento tiene su propia representación interna del mundo, donde la información que habitualmente es captada por los ojos y procesada por el centro de la visión ha sido sustituida por otra.
La película “A primera vista” (Título original At first sight, dirigida en 1999 por Irwin Winkler) está basada en un caso real. El protagonista es una persona invidente de nacimiento, que lleva una vida normal, trabajando como masajista, y que, de alguna manera, ha aprendido a operar en el mundo con la ayuda de los sentidos que tiene disponibles.
En un momento determinado, esa persona llega a ver gracias a una intervención quirúrgica y es ahí cuando la película muestra con precisión la diferencia que puede existir entre una representación del mundo que incluya lo que nuestros ojos ven y otra que prescinda de esa información. Hay una escena muy chocante, cuando alguien le pide que tome una manzana que, junto a otros objetos, está sobre la mesa y esa persona no es capaz de reconocer visualmente la manzana.
Paradójicamente, aunque ahora la puede ver, eso que ve no tiene sentido para él, mientras una determinada información táctil (una forma, tamaño, textura, peso) le permitía reconocer la manzana con precisión.
¿Cuál es más real? ¿La representación del Mundo captada por los ojos? o ¿Su percepción del Mundo sin imágenes?