El miedo a la Incertidumbre

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El miedo a la Incertidumbre

miedo a la incertidumbre

¿Sufres por lo que puede venir?

“Se mide la inteligencia del individuo

 por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar”

Immanuel Kant

El miedo a la Incertidumbre 

 

¿Qué significado damos a la palabra Incertidumbre? En el diccionario viene como “falta de certeza”. Falta de conocimiento claro y seguro de algo, especialmente cuando crea inquietud.

 

Las personas tenemos el delirio de pensar que todos los aspectos de nuestra existencia están bajo nuestro control. Podemos llegar a la convicción de que van a ocurrir las cosas tal y como queremos, por el simple hecho de haber pensado en muchos aspectos de lo que se quiere conseguir y tener previstos esos detalles que hemos considerado.

 

Cuando hay dudas respecto a algo, nos invade la sensación de malestar y traemos al presente una situación que todavía no ha ocurrido, dando vueltas a todas las infinitas posibilidades de cómo será, creando en muchas ocasiones situaciones nada halagüeñas y recreándonos en las peores pesadillas de un mundo inexistente. Este comportamiento en bucle nos puede llevar al miedo al futuro o frustración si no salen nuestros proyectos de la manera que hemos pronosticado.

 

¿Es todo predecible? El principio de incertidumbre en las Ciencias Físicas fue establecido por Werner Heisenberg. En 1927 desarrolló la innovadora teoría de la Indeterminación. En ella se postula que:

“Es imposible tener en cuenta todas las variables dinámicas

de una partícula en un momento determinado”

 

Si la Física, que es una ciencia exacta, ya tiene desarrollado este principio, ¿por qué nos obsesionamos con el deseo de tener controlado todo lo que va a ocurrir en nuestro futuro?  ¿Qué nos lleva a especular que todo va a mantenerse siempre en la misma forma que tiene en este momento? ¿Qué ocurre en nuestro presente cuando inundamos nuestros pensamientos de las cosas que todavía están por llegar? ¿Cómo se pueden gestionar los imprevistos para qué nos acompañen en nuestro crecimiento?

 

Cuando vivimos cada acontecimiento futuro desde el miedo a la incertidumbre, ocupamos el espacio presente de inseguridades y de suposiciones que nos impiden estar en el aquí y ahora, bloqueando la operatividad de creación de oportunidades que puedan surgir de los acontecimientos no previstos.

 

“El miedo a la incertidumbre bloquea el paso a nuevas oportunidades”

 

Para el ser humano, vivir con esa incertidumbre es todo un reto. Gestionar los imprevistos para aceptarlos, acogerlos y transformarlos toda una forma de gestionar recursos para nuestro bienestar.

El aumento de estrés ante lo desconocido es normal y nos pone en alerta para detectar posibles peligros y estar preparados para reaccionar, Piensa en algo tan sencillo como entrar en un edificio nuevo. La primera vez que lo recorremos nos hace estar con los 5 sentidos; las veces sucesivas, ni nos damos cuenta por donde pasamos. Lo desconocido aumenta el nivel de estrés, mientras lo conocido lo reduce.

 

Vivir con miedo a la incertidumbre

Puntos de estrés cuando vivimos con miedo o rabia la incertidumbre

 

Pero ¿qué ocurre cuando recreamos continuamente situaciones del futuro incierto? Nuestro estado de alerta aumenta por encima de niveles normales y vivimos en permanente estrés.

 

“La activación innecesaria o excesiva son fuentes de estrés”

 

1. Bucle de impotencia – estrés

Cuando en el presente proyectamos fatalidades sobre el futuro, suponiendo y recreándonos en lo que no depende de nosotros, surge un bucle inútil de impotencia-estrés.

Aparece un estado de nerviosismo y de espera “a ver que va a pasar”. La sensación de impotencia nos invade, sentimos que no podemos hacer nada y revivimos una y otra vez, desde la catástrofe y la inoperatividad, situaciones imaginarias que pueden llegar a bloquearnos por sobresaturación impidiendo una buena reacción cuando de verdad llegue ese momento.

Las dudas, la incertidumbre, la rabia y la frustración son nuestra principal fuente de estrés y merman nuestra respuesta en situaciones reales, donde necesitamos reaccionar frente a lo nuevo.

2. Bloqueo

El bucle impide tener energía para avanzar y crear oportunidades.

Toda la energía se utiliza para recrear mentalmente las escenas de las que queremos huir, que hacen una cortina de humo hacia la focalización en objetivos que solucionen posibles eventos.  El miedo y el estrés crean un estado de parálisis apoyado por un lenguaje de baja energía.

3. Frustración

Cuando los resultados no coinciden con lo soñado aparece, la frustración que deriva en bloqueo. Al no conseguir lo esperado, nos frustramos y no podemos reaccionar.

¿Qué recursos puedo trabajar para hacer que la incertidumbre se vuelva a mi favor?

Aceptar que la incertidumbre forma parte de nuestra realidad, es el primer paso para vivir los acontecimientos futuros de forma adecuada. Nos permite prepararnos.

“Las cosas pueden ocurrir como siempre, o no”

Es posible gestionar estas tres fuentes de estrés, incertidumbre respecto al futuro y enfrentarnos a lo desconocido y frustración ante los resultados. De hecho, en diferentes disciplinas hay muchos estudios sobre la gestión del riesgo.

Lo primero y principal es darnos cuenta de la utilidad en cuanto a la gestión del riesgo. La ansiedad por nuestro futuro nos avisa de alguna de las cosas que es preciso tener en cuenta a la hora de planificarnos. Puede ser un toque de atención para prepararnos de una forma determinada, para que todo vaya de la mejor manera, y también prepara nuestro estado interno en caso de que se presente alguna situación no prevista.

 

 

Primeros pasos para la gestión del estrés ante la incertidumbre

1. Tener en cuenta toda la información posible

Es cierto que cuantas más cosas tengamos en cuenta más probable es que nos acerquemos a la imagen que nos hemos construido del futuro.

Primero, infórmate de todos los aspectos posibles recopilando datos en el exterior. Asegúrate que son datos verificables, libres de interpretaciones.

La PNL te ofrece un entrenamiento para este aspecto: describir lo que reciben tus sentidos y suspender el juicio de tus interpretaciones.

Luego, saca tus conclusiones y quédate con lo que te sirva para tu Vida o tu proyecto, sin entrar a valorar si el resto es adecuado o no.  Céntrate en lo que te vale y suelta el resto.

Muchas personas dejan de lado opciones útiles porque no están de acuerdo con  parte de la información.  Usa el % de eso que te es útil para ti.

“Suspender el juicio y las interpretaciones para obtener una información útil”

 

2. Construye una imagen poderosa de lo que “Sí quieres que ocurra”

En segundo lugar, ten en cuenta la ecología de tus creaciones mentales. Construye una imagen de lo que quieres que ocurra y valora si eso es realmente lo que deseas que pase. Imagina que ya está ocurriendo eso que has imaginado y observa el efecto de los resultados en tu entorno más cercano y en tu familia.

¿Cómo afectará a tus costumbres? ¿Qué repercusión tiene en tu organización familiar? ¿En las personas que viven contigo? ¿Cómo afectará a tu salud? ¿Tienes previsto qué hacer en el caso necesario? ¿Estas disponible para asumir el coste energético?

 

3. Entrena las veces necesarias de forma mental lo que te propones

Entrénalo mentalmente, repasando la ejecución de forma impecable todas las veces que puedas. Cuantas más veces entrenamos lo que queremos decir o hacer, más fácil nos sale. Normalmente entrenamos lo que no queremos que ocurra; por ejemplo, no quiero tartamudear. Al pensar esto, es inevitable que recuerde un día en el que tartamudeé y, así, la acción que estoy entrenando es ésta, en lugar de la que sería útil.

Esto es lo que hago con los alumnos de una autoescuela con la que colaboro. Les enseño a repetir su práctica mentalmente. Entrenar para que, en el momento del examen, salga de forma fluida.

El cerebro no distingue entre la realidad externa y la que elaboras en tu interior. Aprovecha para entrenar: los ejercicios de gimnasia antes de realizarlos físicamente hacen que los músculos vayan entrenados al ejercicio, tus conferencias o presentaciones, incluso lo que le vas a decir a alguien de la familia y el modo en que lo vas a hacer.

Hacer las cosas varias veces mentalmente te proporciona fluidez a la hora de ponerlo en práctica y mejorar con pequeños retoques aquello que te propones antes de que ocurra.

 

4. Practica la actitud de la alerta reposada

Entrenar una actitud sana para responder ante cualquier circunstancia imprevista, requiere la practica del centramiento.  Hay muchas formas de hacerlo.

Nosotros te proponemos que descanses la mente llevando la atención a puntos del cuerpo que tú decidas. Es una forma de dejar los pensamientos y recuerdos que nos llegan a cada instante para llevar la atención a una cosa concreta. Con este entrenamiento diario tendrás:

  1. Capacidad para vaciar tu mente y acceder a tus recursos internos.
  2. Aprender a suspender las cosas por un instante para atender lo que es necesario en cada momento con la Atención plena.
  3. Claridad mental.
  4. Gestión de la rapidez de la respuesta consciente.

En definitiva, proporciona un recurso potente para la gestión del estrés y de la respuesta adecuada ante las circunstancias de cada momento.

Os paso el enlace donde podéis entrenar este recurso a diario a través de mi voz.

 

 

Tienes más información en el artículo “Recursos de PNL para la gestión de la incertidumbre

 

Mayte Galiana
Mayte Galiana
Formadora PNL. Miembro didacta de la AEPNL (Asociación Española de PNL). Fellow Member Trainer de la IANLP (International Association for NLP). Máster en Hipnosis Ericksoniana con PNL / Máster en PNL y Salud. Coach wingwave.

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