A lo largo de los cursos Practitioner, Master Practitioner, Trainer y también con los talleres cortos en PNL, las personas se permiten ampliar su forma de ver el Mundo adquiriendo la flexibilidad y fuerza suficientes para realizar aquello que se proponen. También les sirve para mejorar sus relaciones personales, entrenar habilidades y capacidades de cara a nuevas etapas. Finalmente, es un guía para definir y concretar quienes quieren ser en su Mundo.

En relación a las propias emociones, las personas van adquiriendo las habilidades necesarias para elegir un estado determinado para cada situación.  Reconocer y perfeccionar aquellas cosas que ya hacen bien les permite emprender otras nuevas con fortaleza, determinación, humor, apertura  y, ¿por qué no?,  descansar si es necesario. ¿Cuántas veces estamos bajos de energía y queremos demostrar que podemos con todo?

Es fantástico disponer de recursos emocionales para saber cambiar tu estado interno sólo con un recuerdo o con un círculo de excelencia. ¿Y qué decir de aquellas fobias y aprensiones, que pasan a un segundo término?. El presente se hace más evidente, las pre-ocupaciones pasan a ocupaciones si dependen de nosotros.

En cuanto a la salud, aprendemos a reconocer el lenguaje de nuestro cuerpo. Podemos efectuar cambios en el comportamiento de algunas partes de nuestro cuerpo para adquirir una vida saludable y hacer que se fortalezcan todos nuestros sistemas.  Y si enfermamos… a escucharnos.  Muchas veces nuestra mente somática nos ayuda a frenar, recapacitar para comprobar que vamos en la dirección que nos hemos marcado.  Se hace compatible hacer deporte con otras actividades.

En el ámbito familiar, mejoran las relaciones con cada miembro. Las situaciones de enfrentamiento son cada vez menos frecuentes, a partir del reconocimiento de la otra persona.  La Aceptación, propia y del otro, lleva a rehacer todas las etiquetas que hemos rellenado durante tanto tiempo. Es el reconocimiento de la Identidad propia y ajena que nos permite encontrar una nueva dimensión en el reencuentro.

En nuestro ámbito profesional, creamos líderes, trabajo con entusiasmo, nos volvemos más creativos y colaborativos.  Si trabajamos bien y además nos sentimos satisfechos, ¿qué más podemos pedir?

Y hacer las tareas cotidianas porque esa es nuestra elección: sin culpas ni exigencias.  Nos aseguramos de que nuestras elecciones sean ecológicas para nosotros y las personas cercanas, nuestro presente y nuestro futuro.

El uso del lenguaje para crear sintonía y lograr nuestros objetivos. Definir objetivos con precisión y también aprender a distinguir esos objetivos que merecen la pena, para dedicarles todo nuestro tesón; también es útil y reconocer aquellos que en realidad no nos interesan, para abandonarlos definitivamente.

Y sobre todo, nos lleva a un camino de experiencias para encontrarnos con nosotros mismos. A encontrarnos en nuestro centro, en casa.  Y en ese centro, «la Vida es».  La vida no está contra o a nuestro favor, somos nosotros los que decidimos que emoción poner en cada momento.  En casa, la Emoción se vuelve Inteligente.