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26/07/2019Los anclajes de PNL
16/08/2019La PNL Programación Neuro-Lingüística es un modelo que ayuda a desarrollar lo mejor de cada cual. Dicho así parece una especie de cura milagrosa, al estilo de aquellas medicinas que se vendían antiguamente en los mercados ambulantes, que lo curaban prácticamente todo.
En realidad, hay una parte que se podría parecer, ya que nos permite mejorar en una infinidad de aspectos de nuestras vidas. Pero a la hora de la verdad, lo que nos preocupa no es mejorar en general o mejorarlo todo, sino trabajar algunos aspectos concretos.
“PNL es la ciencia de la excelencia humana”
Un ejemplo nos servirá para ilustrar la utilidad de la PNL. Piensa en una actividad que llevas a cabo a menudo. Puede ser algo lúdico, como jugar al tenis con los amigos, o un tema profesionalmente comprometido, como llevar una reunión o visitar a un cliente.
Elige algo cuyo resultado sea satisfactorio en muchas ocasiones y que también, de vez en cuando, no te acabe de gustar. ¿Te gustaría encontrar la clave para que el resultado fuera siempre bueno?. Pues eso es posible con un trabajo de indagación detallada de la estrategia que sigues en cada situación.
Podrías pensar que al tratarse de una tarea repetida, haces siempre lo mismo. Y con ese pensamiento echar la culpa de los malos resultados a factores externos o al azar: hoy hacía mucho calor (o demasiado frío), hoy he tenido mala suerte, mi contrincante en el tenis estaba hoy especialmente brillante, el cliente no tenía interés, etc. Cosas todas ellas que están fuera de tu control.
Pues bien, trabajando con PNL puedes identificar una serie de pequeñas acciones (“detalles”) que en cada caso son ejecutados de manera diferente, provocando un resultado final distinto. En realidad, tú haces las mismas cosas, lo que sucede es que las haces de otro modo. El “qué” es el mismo, pero el “cómo” es diferente.
La distancia entre un resultado medio y un resultado excelente es bastante grande. En cambio, la diferencia entre lo que has de hacer para alcanzar el resultado excelente radica muchas veces en algo tan simple como cuidar esos detalles, en conocer cual es “la diferencia que hace la diferencia”.
“Identificar la pequeña diferencia en la acción
que está generando una gran diferencia en el resultado”
Comunicación con Programación Neurolingüística
Continuando con aplicaciones de la PNL, te puedo hablar del inmenso campo de la Comunicación. Y de nuevo nos encontramos con los detalles, con esas pequeñas cosas que generan una gran diferencia.
Desde el cuidado del lenguaje corporal y el tono de voz, hasta la elección de las palabras más adecuadas según el interlocutor. Seguro que recuerdas haber observado conversaciones entre personas donde una de ellas hablaba haciendo grandes aspavientos y usando un volumen de voz elevado, mientras la otra hablaba mucho más bajo y con una gesticulación apenas perceptible. O quizás has sido tú la víctima de un orador desbocado que te ha apabullado con su jerga profesional, sin tomar la precaución de “traducir” esos términos de especialista a un lenguaje más común.
En el modelo de Comunicación de la PNL, es muy importante adaptarse al estilo del otro y, al mismo tiempo, cultivar una buena escucha. Con ambos ingredientes, la Comunicación se convierte en un proceso efectivo de entendimiento entre personas.
¿En qué se basa, entonces, la mejora de la Comunicación? Pues en la observación y el cuidado de esos pequeños detalles que diferencian la forma de comunicar de una persona y de otra: una gesticulación más o menos pronunciada, un volumen de voz más o menos alto, etc. De nuevo, detalles; pequeñas diferencias que acaban generando una gran diferencia.
“Comunicarse cuidando los detalles”
Llegados a este punto, no te sorprenderá que te diga esto: las dos grandes herramientas de la PNL son la escucha y la observación. Entrenando ambas, mejoramos la calidad de nuestra atención y, como consecuencia, somos capaces de darnos cuenta de esos detalles que probablemente pasaban desapercibidos en nuestro día a día.
Aprender PNL
Una consideración final: aprender PNL tiene que ver con hacer, más que con saber. Como en tantos otros campos de la actividad humana, el desarrollo de tu Excelencia no tiene que ver con lo que sabes sino con lo que haces, el modo en que actúas en el mundo.
Por ello, si quieres aprender PNL, te recomiendo vivamente que te inscribas en un curso presencial, donde puedas practicar la Comunicación interactuando con personas, no con papeles o con máquinas, y donde puedas practicar la escucha escuchando a otras personas. Donde puedas también encontrar tu estrategia, tu “cómo” más adecuado, apoyándote en la interacción personal.
“Saber lo “que” se ha de hacer es fácil;
aprender “cómo” integrarlo en tu vida requiere de algo más”