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26/05/2021Elegir y quedarte a gusto
Saber elegir significa quedarte con algo y dejar algo. Cuidar estos dos aspectos es clave para que, una vez hecha la elección, puedas disfrutar de lo que has elegido.
Algunas distinciones. A veces, confundimos dos verbos con un significado cercano y al mismo tiempo diferente: decidir y elegir. Yo decido ir a comprar unos zapatos y elijo hacerlo en una tienda física. Salgo a la calle y, entre las diversas tiendas, elijo entrar en unas y no en otras. Me pruebo diferentes tipos de zapato y, finalmente, elijo unos.
Decidir, es pues el propósito firme de hacer algo. Elegir es optar por alguna de las alternativas disponibles para ejecutar esa acción.
Tanto si hablamos de decidir como de elegir, es importante que tengamos en cuenta lo que es importante para nosotros, nuestros valores y criterios. Es una condición elemental para que el resultado sea satisfactorio. Tomar una decisión o realizar una elección contraria a nuestros criterios es garantía de problemas o dificultades
Elegir bien
Tener en cuenta nuestros valores y criterios es relativamente fácil si partimos de una pregunta: ¿qué es importante para ti en esto? Imaginemos el tema de los zapatos. ¿Qué es importante para ti al comprar uso zapatos? Las respuestas posibles son muchas: que sean cómodos, que sean baratos, que sigan la moda, que combinen con la ropa que tengo, que resulten fáciles de poner y sacar, que sean duraderos, que sirvan para diario, que sirvan para una ceremonia.
Cada persona tendrá sus criterios, en función de sus circunstancias personales. Puede ser que una persona tenga en mente más de un criterio para elegir unos zapatos. A veces, dos criterios son de difícil compatibilidad (por ejemplo, alta calidad y bajo precio suele ser un binomio difícil de compatibilizar). No obstante, buscando pacientemente se puede llegar a buenas soluciones.
Una forma complicar la solución es tener un exceso de criterios. Si yo tengo cinco criterios (cinco aspectos que son muy importantes para mí) lo más probable es que encuentre opciones que cubren 3 o 4 de ellos, pero no todos a la vez.
Imagina una persona que desea comprar una casa de unos 120 m2, en el centro de su ciudad, construida en una única planta, con jardín, zona de garaje, antigüedad máxima 10 años y con un salón de mínimo 35 m2. Son muchos requisitos; quizás esa casa no exista. Tal vez si busca en una zona relativamente alejada del centro pueda encontrar algo, pero ello ya implica renunciar a uno de los criterios.
De nuestra experiencia, concluimos que dos o tres criterios ( eso sí, bien elegidos: los más importantes) garantizan una buena elección en tiempo razonable y a un coste asumible.
Renunciar a lo que dejé
Elegir implica tomar algo y dejar algo. Voy a comprar una mochila y encuentro diferentes modelos que llaman mi atención. Una responde a mis criterios prioritarios: una determinada capacidad (ha de caber mi ordenador portátil) y una organización (diferentes bolsillos y compartimentos para organizar las cosas en su interior). Pero también veo otra muy bonita: diseño moderno, color elegante y precio dentro de mi presupuesto; pero es demasiado pequeña y apenas tiene bolsillos. Como la primera cumple mis requisitos, elijo esa y me la llevo. Aún así, de regreso a casa sigo pensando en lo bonita y elegante que era la otra.
Al cabo de una semana, en un encuentro de trabajo coincido con un colega que utiliza una Tablet en lugar de ordenador portátil. Y, coincidencias de la vida, resulta que lleva la mochila bonita, moderna y elegante, que yo desestimé. En ese momento tengo la sensación de haberme equivocado y me reprocho por mi elección.
¿Qué está ocurriendo? Simplemente que elegí bien, pero omití algo crucial: una vez hecha la elección, olvidarme de las demás opciones. Si no lo hago así, me condeno a la infelicidad.
Otro ejemplo: voy al cine y dudo entre dos películas que me apetece mucho ver. Al final me decido por la que proyectan en la sala 2 (la otra es en la sala 1). Entro, me siento y, en cuanto se apagan las luces, me pregunto si la otra película habrá empezado ya. Regreso con mi atención aquí, pero al cabo de un rato me asalta la curiosidad. La película que estoy viendo es muy interesante, pero ¿qué estará pasando en la otra? Volvemos al mismo tema: elegir sin olvidar el resto de opciones es complicarme la vida.
Resumen para saber elegir
Como resumen final:
- Ten en cuenta tus criterios y valores a la hora de decidir o elegir
- Si tienes muchos, selecciona los dos o tres más relevantes
- Cuando elijas, olvida el resto de opciones